Para crear nuevos recuerdos, las neuronas se encuentran
en un proceso de formación constante en el hipocampo del cerebro. Este hecho ha
llevado a un grupo de científicos del Hospital para Niños Enfermos de Toronto
(Canadá) y del Instituto Integral Ciencias Médicas de Toyoake (Japón) a
preguntarse si la integración de nuevas neuronas también puede desestabilizar
viejos recuerdos.
“Sabemos que existe una limpieza de memoria ya que,
mientras nos acordamos muy bien de lo que hemos hecho en el último par de
horas, es muy difícil recordar con el mismo detalle lo que estábamos haciendo
hace una semana o un mes. Aunque no todos los recuerdos son olvidados; los más
importantes se consolidan en el córtex”, explica a Sinc Paul Frankland, coautor
del trabajo e investigador de la institución canadiense.
Hasta la segunda mitad del siglo XX se negaba la creación
de neuronas después del nacimiento. Pero hoy en día se sabe que se siguen
produciendo durante toda la vida debido a la diferenciación de las células
madre.
Estudios previos ya habían mostrado que las neuronas
nuevas se integran en las redes neuronales preexistentes para participar en el procesamiento
de información. En la última década se ha reforzado la hipótesis de que la
neurogénesis –la generación de nuevas neuronas– es necesaria para el
aprendizaje y la recuperación de la memoria.
Sin embargo, el nuevo trabajo, realizado en ratones,
cobayas y otros pequeños roedores y publicado en el último número de la revista
Science, apunta que al reorganizar las conexiones cerebrales también se
promueve el olvido.
“Pensamos que la
neurogénesis tiene un doble efecto sobre la memoria. La integración de nuevas
neuronas en el hipocampo parece facilitar la codificación de nuevos recuerdos,
pero al mismo tiempo ayuda a limpiar los viejos”, aclara Frankland. “Esta
limpieza es importante ya que ayuda a la memoria a trabajar de una manera más
eficiente”.
Durante el experimento, los investigadores utilizaron
leves descargas eléctricas para provocar que dichos roedores temiesen un
determinado entorno. A continuación dejaron que algunos animales usaran la
rueda para hacer ejercicio, ya que anteriores investigaciones ya demostraron
que el ejercicio físico aumenta de manera natural los niveles de neurogénesis.
Los científicos comprobaron que los ratones que se habían
ejercitado con la rueda habían olvidado en gran medida el temor que se les
había inducido, mientras que los ratones que no corrieron parecían recordar
vivamente las descargas eléctricas con las que habían sido aleccionados.
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