¿Y si pudiera diagnosticarse un tumor cuando éste está en
sus fases tempranas cuando apenas afecta a unas pocas células? Un equipo de
científicos del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) ha logrado crear un
diminuto chip que detecta marcadores de proteínas de cáncer en la sangre. Este
descubrimiento evitará tener que esperar a que el tumor sea detectable a nivel
macroscópico (cuando ya está formado por millones de células cancerosas), que
es la fórmula general por la que se detectan la mayoría de los cánceres
actuales.
El funcionamiento
de este nanochip que mide apenas unos centímetros cuadrados, es sencillo: el
dispositivo tiene la capacidad de detectar concentraciones muy bajas de estas
proteínas de cáncer en la sangre, por lo que permite el diagnóstico de la
enfermedad en una etapa precoz, lo cual puede suponer un gran avance para un
tratamiento más adecuado y temprano de esta enfermedad, no solo por su
fiabilidad, sensibilidad y bajo coste, sino también a su manejo y portabilidad.
El dispositivo
lab-on-a-chip contiene además varios sensores distribuidos en una red de
microcanales de fluidos, que permite llevar a cabo múltiples análisis:
monitorea cualquier cambio que se produzca en la sangre, proporcionando una
evaluación directa y fidedigna del riesgo del paciente a desarrollar un
determinado cáncer.
“Lo más fascinante
del descubrimiento es que somos capaces de detectar concentraciones
extremadamente bajas de esta proteína en cuestión de minutos, lo que hace este
dispositivo una herramienta de última generación, un instrumento ultra-sensible
y poderoso que mejorará la detección temprana y el seguimiento del tratamiento
de cáncer”, afirma Romain Quidant, líder del proyecto.
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