El próximo jueves 19 de diciembre, la Agencia Espacial
Europea (ESA) pondrá en órbita la misión Gaia, que medirá las distancias y
movimientos de mil millones de estrellas de la Vía Láctea con una precisión
histórica. El satélite, que puede considerarse un GPS cósmico, ahondará en el
conocimiento sobre nuestra galaxia y, por lo tanto, sobre nuestro propio
origen.
Gaia partirá a las 10.12 hora peninsular española (podrás
verlo en directo en la web de la ESA) a bordo de un lanzador Soyuz-Fregat, que
despegará desde el Puerto Espacial Europeo, en la Guayana Francesa. «Una misión
que va a observar mil millones de estrellas implica un cambio de paradigma
total en la forma de hacer astronomía», asegura Luis Manuel Sarro, investigador
del departamento de Inteligencia Artificial de la UNED y miembro del proyecto,
en el que participa un buen número de científicos españoles.
«Gaia permitirá multiplicar por diez mil los
conocimientos actuales sobre nuestra galaxia, conseguirá medir las posiciones,
distancias y movimientos de mil millones de estrellas y estudiará sus
propiedades físicas, como la edad y la composición química», explica Jordi
Torra, catedrático de la Universidad de Barcelona y responsable del equipo del
ICCUB-IEEC.
El satélite va a dar vueltas alrededor del Sol, en uno de
los cinco puntos llamados de Lagrange - en concreto el L2-, donde las fuerzas
gravitacionales del Sol, la Tierra y la Luna se encuentran equilibradas, a una
distancia de unos 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta. Una vez
lanzado, dos antenas, ubicadas en Nueva Norcia (Australia) y en Cebreros
(Ávila), recibirán sus ingentes cantidades de datos y mandarán órdenes,
mientras que las operaciones científicas se llevarán a cabo desde el Centro
Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), situado en Villafranca del Castillo
(Madrid).
Un mapa estelar
La misión permitirá confeccionar un mapa tridimensional
de las estrellas que componen nuestra galaxia, revelando nuevos datos sobre su
composición, formación y evolución. Para ello, observará cada uno de los astros
más de 70 veces a lo largo de los cinco años que durará el proyecto. Gaia se
comunicará con la Tierra durante un promedio de ocho horas al día y
proporcionará un archivo de datos superior a un petabyte (un millón de
gigabytes).
Estos datos serán procesados por el consorcio DPAC, del
que forman parte 400 investigadores, entre ellos, Sarro Baro. “Estoy aplicando
técnicas de minería de datos para caracterizar esos objetos. Utilizaré técnicas
de Inteligencia Artificial para extraer conocimiento de los datos y
etiquetarlos, y también usaré técnicas de clasificación no supervisada con el
objetivo de analizar los datos desde una mirada virgen”, indica el investigador
de la UNED en un comunicado.
Además, Gaia no solo medirá la posición de las estrellas.
También detectará otros objetos que componen la Vía Láctea. Está previsto que
esta misión descubra cientos de miles de nuevos objetos celestes, desde
planetas extrasolares a estrellas fallidas o enanas marrones. Dentro de nuestro
propio Sistema Solar, catalogará cientos de miles de asteroides.
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