Los antioxidantes, presentes sobre todo en frutas y
verduras, gozan de gran popularidad entre la población, ya que eliminan del
organismo los reactivos y dañinos radicales libres que surgen del metabolismo
celular. Un nuevo estudio advierte sin embargo del riesgo de tomarlos en
exceso, ya que la dosis adicional aportada por suplementos farmacológicos y
medicamentos como la acetilcisteína puede resultar funesta para la salud. Según
los autores, las vitaminas A, C y E ingeridas de forma no natural aceleran el
desarrollo tumoral en pacientes con bultos pulmonares no diagnosticados, que
normalmente se corresponden con los fumadores.
Estudios previos habían vinculado el uso de suplementos
con altas dosis de caroteno beta con un mayor riesgo de cáncer de pulmón en
pacientes de alto riesgo, y de suplementos con altas dosis de vitamina E con
una mayor posibilidad de sufrir infarto hemorrágico en el cerebro y cáncer de
próstata. La presente investigación, llevada a cabo por la Universidad de
Gotemburgo (Suecia), ha concluido que los suplementos con antioxidantes
aceleran la progresión de pequeños tumores pulmonares en lugar de combatirla, como
tradicionalmente se ha pensado.
Los autores administraron dosis de vitamina E y N-
acetilcisteína a ratones de laboratorio al tiempo que mantuvieron un grupo de
control, y observaron que los animales con cáncer de pulmón en su etapa inicial
experimentaron un considerable crecimiento de los tumores, que se tornaron más
invasivos. El cáncer mató a los ratones dos veces más rápido que los ratones
que no recibieron antioxidantes. No obstante, los ratones de la muestra ya
tenían lesiones cancerígenas, de modo que los resultados no se pueden
extrapolar a la aparición de tumores en animales sanos.
De momento, sus conclusiones se basan en la
experimentación con ratones y células humanas, si bien ya sacian a algunos
controvertidos investigadores que siempre han defendido el efecto pernicioso de
este compuesto. Cabe destacar entre ellos a James Watson, descubridor de la
estructura de doble hélice del ADN, quien en su momento afirmaba que “los
antioxidantes pueden impedir que matemos a las células cancerosas y curemos el
cáncer”.
Los autores del
estudio aconsejan a personas con cáncer de pulmón que eviten la toma de estos
suplementos y también a los enfermos de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva
crónica), a los que se suele recomendar la acetilcisteína.
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