El telescopio ALMA (Atacama Large
Millimeter/submillimeter Array) ha captado unas impresionantes imágenes de los
restos de una supernova repleta de grandes cantidades de polvo cósmico formado
hace poco tiempo. Se trata de la supernova 1987A , ubicada en la Gran Nube de
Magallanes, una galaxia enana que orbita la Vía Láctea a unos 160.000 años luz
de la Tierra. Es la primera vez que los astrónomos han podido observar el
inicio de los gránulos que formaron galaxias en el Universo temprano. Si una
cantidad suficiente de este polvo lograra realizar la peligrosa transición
hacia el espacio interestelar, informan los científicos, podría explicar cómo
muchas galaxias adquirieron su aspecto oscuro y polvoriento.
Las galaxias pueden contener enormes cantidades de polvo
y se cree que las supernovas son una de sus principales fuentes de producción,
especialmente en el Universo primitivo. Pero la evidencia directa que demuestra
la verdadera capacidad que tienen las supernovas de generar polvo ha sido muy
escasa hasta el momento. Sin embargo, las nuevas observaciones pueden cambiar
este escenario.
"Hemos encontrado una masa de polvo de enormes
proporciones concentrada en la parte central del material eyectado de una
supernova relativamente joven y cercana", dice Remy Indebetouw, astrónomo
del Observatorio Radioastronómico Nacional de los Estados Unidos (NRAO) y de la
Universidad de Virginia, ambos localizados en Charlottesville, Estados Unidos.
"Esta es la primera vez que realmente hemos logrado obtener imágenes del
lugar en donde se formó el polvo, lo que es de gran importancia para comprender
la evolución de las galaxias".
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