Un equipo de científicos del Museo de Historia Natural y
de la Universidad de Londres Royal Holloway ha dado la voz de alarma por la
existencia de una auténtico "río" subacuático de desechos de plástico
en el estuario del Támesis y a su paso por la capital británica.
"Esta basura acuática, hasta ahora invisible, debe
ser muy tenida en cuenta a la hora de calibrar la contaminación de nuestros
ríos que contribuye finalmente al deterioro de los océanos", advierte el
biólogo Dave Morritt, coautor del estudio Plastic in the Thames: A River Runs
Through it, recién publicado en el Marine Pollution Bulletin.
"El plástico puede tener una grave impacto en la
vida subacuática", asegura por su parte Paul Clark, investigador del Museo
de Historia Natural. "Los trozos grandes pueden atrapar a los peces y los
trozos pequeños, que contienen productos tóxicos en altas dosis, pueden ser
ingeridos y causar graves daños en el cadena alimentaria hasta llegar a las
aves".
Se calcula que todos los años van a parar a los océanos
unos 10 millones de toneladas de plásticos. Según estimaciones de la ONU, más
de un millón de aves y de 100.000 mamíferos y tortugas marinas mueren al año
por la ingestión de los desperdicios tóxicos.
Los estudios se han concentrado sin embargo hasta ahora
en las "islas" de basura en los océanos, y en particular en la
"sopa de plástico" del Pacífico, que se extiende entre Hawai y Japón
en una superficie de 1.400.000 kilómetros cuadrados, y en la "gran
mancha" del Atlántico Norte, con una densidad de 200.000 fragmentos de
basura flotante por kilómetro cuadrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario