En el síndrome de Tourette habría que distinguir los
síntomas anteriores de otros de carácter ‘obsceno’ que, aunque muy llamativos
son poco frecuentes pues menos del 15% de los pacientes suele presentarlos. Es
el caso de la coprolalia, que es una tendencia a decir palabrotas o a utilizar
lenguaje obsceno de forma compulsiva e incontrolada, y la copropraxia o
tendencia a efectuar gestos groseros.
Estos síntomas, así como las dificultades de aprendizaje
y en las funciones ejecutivas que aparecen frecuentemente, tienen un impacto
directo en la calidad de vida de los pacientes por los problemas que ocasionan
a nivel escolar, laboral y en las relaciones sociales. Por ello no sólo deben
ser incluidos dentro de los planes de tratamiento sino que podrían ser
utilizados como un indicador de la eficacia de los mismos."Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades”
viernes, 22 de noviembre de 2013
El síndrome de los insultos irrefrenables
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