El tifón provocó en Filipinas al menos 12 millones de
afectados, según los últimos datos transmitidos por el Gobierno de Manila a la
ONU, informó la organización.
"La último información recibida del Gobierno
filipino es que el número de afectados asciende a casi 12 millones, de los que
920.000 son desplazados, y el Gobierno reporta que 4.460 personas han muerto
por el desastre", dijo un portavoz de Naciones Unidas, Farhan Haq.
Según indicó ante la prensa en la sede de Naciones
Unidas, el secretario general, Ban Ki-moon, está en contacto permanente con la
coordinadora de Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, quien sigue en el
país asiático.
Ban está especialmente preocupado por la situación de
decenas de miles de personas que sufren aún los embates del mal tiempo y dijo
que la ONU y la comunidad internacional hacen "todo lo posible" para
acelerar la llegada de asistencia a los afectados, según Haq.
Amos ha comunicado a Ban que entre los principales retos
que hay sobre el terreno están los "problemas logísticos" que
dificultan la movilización de la ayuda de emergencia y los cortes en el
suministro eléctrico y de combustible en amplias zonas del país.
El Gobierno del presidente Benigno Aquino ha asegurado
que la mayoría de las carreteras están ya limpias de escombros en torno a
Tacloban, el lugar donde el paso del tifón fue más destructivo, y que han
restablecido la seguridad con el despliegue de más de un millar de soldados
apoyados con carros blindados.
La situación continúa siendo angustiosa para muchas
víctimas en Tacloban, donde los cadáveres se descomponen en las calles o en un
tanatorio improvisado junto al Ayuntamiento devastado por el tifón, que llegó a
esa ciudad con vientos de hasta 315 kilómetros por hora.
En otras áreas más remotas en Leyte o en la isla de Samar
las situación es aún más precaria, con supervivientes que todavía no han visto
los suministros de comida y agua que reparten las ONG y los soldados filipinos
y de Estados Unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario