Hace 500 años, en el sur de Perú, una mujer inca fue
sacrificada a golpes en una macabra ofrenda ritual. Ésta es la conclusión a la
que ha llegado un equipo de científicos alemanes tras analizar su cuerpo
momificado, descubierto hace más de 100 años, en 1904.
Además, a partir de las pruebas de ADN realizadas a esta
impresionante momia, los investigadores han comprobado que esta mujer padecía
la enfermedad de Chagas, considerada en la actualidad como una de las
enfermedades tropicales más desatendida del mundo, según la Organización
Mundial de la Salud, y que afecta sobre todo a poblaciones de países pobres o
en vías de desarrollo.
En su estudio, publicado en la revista Plos One, los
científicos detallan que la víctima del sacrificio ritual tenía aproximadamente
20 años, y que murió «probablemente en alguna costa del sur de Perú», declaran.
Después, fue momificada.
También han comprobado que las cuerdas, que utilizó para
las dos trenzas que llevaba cuando se produjo su sacrificio, se fabricaron con
un material característico de Sudamérica, y que las facciones de su rostro son
típicos del pueblo Inca.
La momia se encontró en Alemania en 1904. Se cree que
llegó hasta Europa después de que una princesa bávara la trajera de regreso de
una expedición a Sudamérica en 1898. No se sabe su procedencia concreta, pero,
en base a un análisis de isótopos estables de sus huesos y el cabello, se ha
determinado que su dieta era rica en pescado. Por tanto, los investigadores
consideran probable que vivía cerca de la costa.
Gracias a las técnicas de reconstrucción tridimensional
que realizaron en su laboratorio, el equipo de científicos, de la Universidad
de Munich, encontró una profunda lesión en el cráneo de la momia. El análisis
de este impacto les llevó a concluir que debió sufrir una muerte rápida a causa
del golpe.
«Las técnicas actuales ofrecen tal riqueza de información
que podemos reconstruir aspectos de las vidas, las enfermedades y la muerte de
personas que vivieron hace cientos y miles de años», señala Andreas Nerlich,
uno de los autores del estudio.
Nerlich apunta a que la niña probablemente nació en un
entorno pobre. «El parásito del Chagas que le había infectado vive en las
paredes de adobe típicas de clases sociales bajas, no en casas de piedra o
mejor equipadas, con un entorno más limpio», explica en declaraciones a la BBC.
La enfermedad de Chagas, según destaca este investigador,
sigue siendo endémica en Sudamérica, especialmente entre la población que viven
en la pobreza, y puede ser mortal si no se trata a tiempo. De hecho, Nerlich
considera que por los síntomas que presenta la momia, le quedaba poco tiempo de
vida, incluso aunque se hubiera escapado de sus asesinos.
En el imperio Inca, las jóvenes se sacrificaban a menudo
como ofrendas al dios del Sol en sus rituales religiosos. Tras el sacrificio,
los padres de la hija sacrificada y la comunidad donde vivía adquirían un gran
prestigio y respeto. Sin embargo, la arqueóloga Emma Brown, del departamento de
ciencias arqueológicas en la Universidad de Bradford (Gran Bretaña), que no ha
participado en el estudio, considera que no hay suficientes datos para concluir
que esta mujer fue víctima de un sacrificio ritual.
Según señala esta experta, los sacrificios solían llevar
a cabo cuando la chica tenía 13 o 14 años. «Esta joven, por tanto, tenía más
edad que las mujeres que generalmente morían en estos rituales», concluye.
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